jueves, 4 de diciembre de 2014

Información para las familias

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Actividad 4: Rica Macedonia

Niños/as y educadores acudiremos al comedor del centro para iniciar la actividad. Una vez allí, el/la educador/a explicará lo que vamos a hacer. Entre todos vamos a elaborar una receta de macedonia de frutas. En primer lugar le preguntaremos a los niños/as si les gusta la fruta, si la suelen comer con frecuencia, cuál es su fruta preferida, etc. Y continuaremos con la historia motivadora:
“Nuestro amigo Cremito nos quiere enseñar  algo que ha aprendido. ¿Queréis saber lo que es niños y niñas? (Los/as niños/as responden) Cremito nos quiere enseñar a hacer… ¡Una deliciosa macedonia de frutas!  ¿Les apetece niños y niñas? (Los/as niños/as contestan) Pero, ¿Sabéis qué es lo mejor? Que nuestro amigo Cremito quiere que nos la llevemos a la playa para desayunar, y así estar bien hidratados.  Qué bien ¿no?”

Para empezar se dividirán a los niños/as en dos grupos de nueve. A cada niño se le asignará un bol con fruta (que estará previamente picada por el/la educador/a)  y de uno en uno tendrán que ir volcando en un bol más grande para mezclar todos los tipos de frutas que hallan. Luego cada niño/a revolverá con una palita el bol donde hemos mezclado todas las frutas durante unos segundos solamente para que todos lo hagan. Una vez terminado de mezclar bien la fruta, cada niño/a echará un poco de azúcar  por encima (no en mucha cantidad). Por último, el educador/a meterá los dos boles en la nevera y al día siguiente lo desayunaran en el recreo.

Actividad 3: Juego "El juego de la prevención"

Los niños y niñas acudirán a la sala de juegos, y se sentarán en corro mientras el educador/a distribuye los diferentes materiales por el aula para poder desarrollar la actividad.
En la sala de juegos, se encontrarán con la mascota del proyecto “Cremito”, el cual les hará preguntas a los niños y niñas relacionadas con lo que han aprendido los anteriores días. “Cremito”, les recordará los conceptos aprendidos en las diferentes actividades y las medidas de protección, de forma breve. (“… ¿Es bueno tomar mucho sol?”,” ¿Debemos ponernos crema?”, “¿Y utilizar gorra?”, “¿Es recomendable ponernos bajo la sombra?”...)
A continuación, el educador/a, explicará el juego. El educador/a será el Sol, y el aula estará decorada con Sombrillas, protectores solares, toallas, gafas de sol, gorras,… Los niños y niñas estarán en el centro de la sala simulando que es el mar haciendo que están bañándose, y cuando el educador/a se acerque disfrazado de sol y diga las siguientes palabras: “Hola, soy el Señor Sol y si no te proteges te quemaré un montón”, los niños y niñas deberán correr y cubrirse con los materiales colocados por el aula, protegiéndose del Sol, bien metiéndose debajo de las sombrillas, poniéndose una gorra, echándose crema, ...El sol irá acercándose y alejándose. Cuando el sol vuelva a estar lejos, los niños y niñas volverán al agua, hasta que el sol vuelva a acercarse. Así varias veces.

Cuando haya terminado la actividad, el educador/a recogerá la sala de juegos, mientras los niños y niñas reflexionan con el otro educador/a y “Cremito” de  cómo se han sentido durante el desarrollo de la actividad y qué es lo que han aprendido.

Actividad 2: Juego del Sol

Al llegar al patio del centro infantil, nos colocaremos en círculo y aparecerá la mascota “Cremito”, la cual les contara a los niños/as su experiencia relacionada con el sol:
            “Yo estaba muy enfadado con el señor sol, porque cuando era un botito de crema pequeño me encantaba ir a la playa y al señor sol le encantaba quemarme para hacerme rabiar. Yo muy enfadado no sabía cómo defenderme, y estaba muy cansado de no poder ir a la playa tranquilo sin que me quemara. Un día se me ocurrió echarme cremita para probar y ver qué pasaba. Cuando estaba en la playa el señor sol me intento quemar, pero esta vez… ¡No lo consiguió! Se enfadó mucho porque no podía quemarme y yo le dije:
            -Señor Sol, no te enfades. ¿Por qué no podemos ser buenos amigos? Me gustaría mucho ser tu amigo…
¡El señor Sol ya no estaba enfadado!, decidió que podríamos ser buenos amigos y que él me regalaría unos rayitos de sol para que pudiera estar calentito.
Y así el señor Sol y yo nos hicimos unos grandes amigos.”

El educador/a explicará el juego, el cual carece de dificultades. El juego se basa en el “Pilla, Pilla” pero a ello le incluiremos personajes. Un niño/a será el sol y su función será coger a los demás niños/as. Los niños/as deberán huir del sol corriendo por el patio. Cuando el sol toque a algún niño/a dirá “Rayito de sol”, y éste se convertirá en rayo de sol y también tendrá que perseguir a sus compañeros/as agarrado de la mano del sol. Así el sol, tendrá que ir cogiendo niños para que se conviertan en rayos de sol y le ayuden en su captura.

Actividad 1: Cuento.

Se llevará al grupo de niños y niñas a la sala de juegos, nos sentaremos y el educador/a leerá el cuento.
¡Hola niños y niñas, les presento a mi amigo Cremito!:
            -Hola niños y niñas, me llamo Cremito y soy un bote muy bonito.
Por si no lo saben, Cremito,  es un bote de crema protectora, ¿Saben lo que es? Es de esas cremas que utilizamos cuando vamos a la playa para protegernos del sol y no quemarnos. La historia de Cremito comienza un día de playa.
Un día soleado, Cremito iba con sus amigos y amigas las cremitas a la playa. En su casa su mamá le dijo a Cremito que preparara su gorra, su toalla, sus gafas de sol, su protector solar, su sombrilla y todo lo necesario y además tenía una rica macedonia preparada. Cremito no le hizo mucho caso a su mamá ya que estaba muy nervioso porque era su primer día de playa. Cuando salió por la puerta, Cremito se había dejado en casa todo lo que su mamá le dijo que cogiera. Sus amigos y amigas llegaron y se fueron todos juntos. Allí, todos los amigos y amigas tenían su protector solar, sus gafas de sol, su gorra y estaban debajo de una sombrilla. Cremito no se encontraba muy bien, ya que tenía mucha sed y mucho calor. Sus amigos y amigas le dieron agua pero aún así Cremito, se encontraba muy mal. Tan mal se encontraba que decidió irse a su casa. Por el camino, se encontró a su mamá con todas sus cosas.
            -Cremito, ¿acaso no te dije que te llevaras todo lo que era necesario?
Su mamá le dio todas sus cosas y le acompaño de nuevo a la playa. Allí Cremito se puso su crema solar, se coloco su gorra, se puso sus gafitas de sol, bebió agua y se comió una rica y fresca macedonia. Ya se encontraba mucho mejor, y así pudo quedarse toda la tarde jugando con sus amigos y amigas. Aprendió que debe ser responsable, y que para ir a la playa necesita llevar todo lo necesario para protegerse del sol y disfrutar de un buen día con sus amigos y amigas.
Al terminar el cuento, la educador/a realizará diferentes preguntas relacionadas con el cuento.
¿Qué le paso a Cremito?, ¿Qué tenía que llevar Cremito a la playa?, ¿Por qué Cremito se  sentía muy mal?

El educador/a les entregará a cada niño/a una ficha para colorear de un dibujo de “Cremito en su primer día de playa”.

¿Porqué es importante la protección solar?

Tomar sol desempeña un papel importante dentro de nuestra cultura, pero el problema surge cuando la radiación de la luz solar sobrepasa los límites aconsejables y se convierte en un factor de riesgo para nuestra salud. Circunstancia que cada año se produce con más frecuencia, sobre todo si tenemos en cuenta que el sol es cada vez más dañino y aún son muchos quienes prescinden de la protección necesaria. Mediante este blog se trabajará con los niños y las niñas la importancia del sol para nuestra salud y la adopción de patrones de conductas adecuadas respecto a la prevención solar.
La importancia de la prevención es vital en todos los ámbitos de la vida diaria, para evitar riesgos y todo tipo de enfermedades tanto en los niños como en los adultos. La prevención es un método  para evitar que en  un futuro no padezcamos enfermedades u otro tipo de consecuencias.
La prevención solar es otro de los aspectos fundamentales para el desarrollo de una buena salud en las personas.
Nuestra piel tiene memoria y se acuerda de todo el sol que tomamos a lo largo de nuestra vida. Cuanto mayor sea la dosis de radiación que recibimos durante la infancia-adolescencia, mayor será el riesgo de padecer determinadas alteraciones cutáneas cuando seamos mayores. Por ello, este blog estará destinado a las edades más tempranas para concienciar desde un primer momento de la importancia que supone la prevención solar e involucrar a las familias. La implicación de las familias es vital, ya que éstas son el primer ejemplo a seguir por nuestros niños y niñas. Deberán participar de forma activa y directa, reforzando las actividades en casa.
Los educadores y educadoras se deben implicar al cien por cien, ya que el principal objetivo es conseguir que los niños y niñas adquieran unos buenos hábitos de prevención solar.